«El cannabis te puede ayudar con el cáncer: ya existe evidencia clínica»

“Sí, el cannabis te puede ayudar con el cáncer: ya existe evidencia clínica que nos dice que el cannabis es una muy buena herramienta paliativa para pacientes oncológicos… En nuestros modelos pre clínicos de cáncer, los cannabinoides bloquean la progresión tumoral —esa primera etapa de la proliferación descontrolada de células—, bloquean la segunda etapa de angiogénesis y bloquean también los procesos de metástasis” asegura Cristina Sánchez. Una de las ponencias más destacadas de la jornada del III Seminario Internacional de Cannabis Medicinal de Santiago de Chile estuvo a cargo de la Doctorada en Bioquímica y Biología Molecular, Dra. Cristina Sánchez, quien en su exposición titulada “Cannabis y cáncer: Lo que todos debemos saber”, resumió los descubrimientos que se han realizado en laboratorios sobre el potencial anti tumoral del cannabis “y qué información clínica tenemos que apunte en la misma dirección que hemos estado trabajando durante todos estos años, no sólo nosotros, sino que otros grupos de investigación alrededor de todo el mundo”. Luego de resumir el proceso de desarrollo del cáncer (mutación celular, proliferación descontroladas de las células que dan forma a un tumor, angiogénesis —proceso en que el tumor desarrolla vasos sanguíneos para obtener nutrientes que le permitan seguir proliferando— y colonización de otras zonas del cuerpo por algunas de esas células tumorales, proceso conocido como metástasis), la Dra. Sánchez puso en contexto las particularidades que deben enfrentar los pacientes oncológicos, más allá de la progresión misma de su patología. Aspectos con los que deben lidiar durante su enfermedad, afectando drásticamente su calidad de vida, y para los cuales los cannabinoides resultan un tratamiento paliativo muy eficaz. Entre ellos están los efectos secundarios de los tratamientos antitumorales (náuseas, vómitos, pérdida del apetito, dolor) que en la mayoría de los casos “se producen de manera muy severa”, además de los aspectos psicológicos que acompañan a la enfermedad: “Lidiar con un cáncer significa ansiedad y problemas de sueño, que una vez más deterioran la calidad de vida de los pacientes de manera significativa”, señaló la doctora, antes de comenzar a abordar en su ponencia, las preguntas más frecuentes que su equipo médico recibe de los pacientes oncológicos.

1.- Tengo cáncer ¿me puede ayudar el cannabis?

“La respuesta es sí, el cannabis te puede ayudar. Y la respondemos de manera tan rotunda, porque ya existe evidencia clínica que nos dice que el cannabis es una muy buena herramienta paliativa para pacientes oncológicos”, señaló la facultativa. Ello, debido a que los receptores del sistema endocannabinoide “se expresan, por ejemplo, en los centros de control del reflejo de náusea o de los vómitos, en los centros de control del apetito y en los centros de control del dolor, la ansiedad y el sueño. Por lo tanto, nosotros suplementando al organismo con cannabinoides, podemos modular todas esas funciones”, explicó Sánchez. “Sabemos que los cannabinoides funcionan muy bien bloqueando las náuseas y vómitos que inducen las quimioterapias, estimulando el apetito y el sueño, disminuyendo la sensación de dolor y bloqueando la ansiedad”, señaló como resumen.

2.- ¿El cannabis va a curar mi cáncer?

“Ésta es una pregunta muy difícil de contestar”, señaló la doctora Sánchez. “La respuesta por el momento es no. Realmente hay muy pocos medicamentos que curen enfermedades”. La doctora señaló que esta pregunta se repite, porque muchos pacientes han leído los resultados de las investigaciones que su equipo, así como de otros grupos de investigación alrededor del mundo, han obtenido en laboratorios. Resultados que muestran “que en nuestros modelos pre clínicos (en laboratorio) de cáncer, los cannabinoides bloquean la progresión tumoral, esa primera etapa de la proliferación descontrolada de células. Bloquean la segunda etapa de angiogénesis y bloquean también los procesos de metástasis”. La exposición de la Dra. Sánchez continuó con las imágenes comparativas de un estudio (Sánchez et al. 1998) en que a un cultivo de células tumorales se les aplicó THC. Las imágenes muestran que luego de la aplicación de dicho fitocannabinoide, la mayoría de las células han muerto y las pocas que aún sobreviven se encuentran en proceso de desaparecer. “Esto es un estudio muy básico. Y cuando uno ve efectos positivos en estos modelos, lo que uno tiene que hacer es ir al siguiente nivel, algo más fisiológico, algo más parecido a la patología humana. Y cuando nosotros hablamos de eso en biología, nos referimos a animales de experimentación, en este caso, ratones”, señaló. “En la literatura científica hay muchos ejemplos que demuestran que cuando tratamos animales que tienen tumores con cannabinoides , podemos disminuir el crecimiento de esas masas tumorales”, explicó, antes de exhibir las imágenes de resonancia magnética nuclear de cerebros de ratones con tumores, que formaron parte de otro estudio (Galver-Roperh et al 2000) antes y después del tratamiento con THC, en los que se puede apreciar la desaparición de la masa tumoral. “Esto es un ejemplo de lo que observamos cuando modelizamos la patología en un animal, no sólo para tumor cerebral, sino que en muchos otros tipos de cáncer”. Con respecto a los resultados de la aplicación de cannabinoides para bloquear la etapa de angiogénesis, es decir, el proceso en que las células de un tumor desarrollan nuevos vasos sanguíneos para recibir más nutrientes y poder así seguir creciendo descontroladamente, la Dra. Sánchez exhibió las imágenes de los resultados de otro estudio (Blásquez et al. 2003)en tumores diseccionados provenientes de células de ratas y de células humanas. En este caso los tumores fueron tratados con la molécula JWH-133, “un agonista selectivo del receptor CB2 del sistema endocannabinoide. Es decir, es una molécula que activa exclusivamente al receptor CB2”. “En el caso del preparado completo necesitamos menos cantidad para obtener el mismo efecto. Es decir, es más eficaz el extracto completo de la planta que el THC puro”. (Dra. Cristina Sánchez) En las imágenes se puede apreciar claramente que los tumores tratados con la molécula JWH-133 son más pequeños que los que no recibieron dicho tratamiento, “debido probablemente al efecto antiproliferativo del que hemos hablado antes”. Por otra parte, explicó que a dichos tumores se les inyectó un colorante azul, el que permite visualizar los vasos sanguíneos presentes en dichos tumores. “Como veis, los tumores que no recibieron THC se vuelven de color azul: es decir, tienen vasos sanguíneos que los están irrigando, dándoles esa potencialidad de seguir creciendo”. Sin embargo, los tumores tratados con la molécula JWH-133 no se vuelven azules, “es decir, no tienen una vasculatura que les vaya a permitir crecer más allá de ese tamaño, por lo tanto estamos bloqueando también el fenómeno de angiogénesis”, explicó en su exposición. Con respecto a la última etapa de progresión del cáncer, la metástasis, explicó los resultados de otro estudio (Caffarel et al, 2010) animales con cáncer de mamas, a los cuales se les trató con THC. “Lo que observamos fue que en el grupo de control, es decir los que no recibieron el cannabinoide, el 70% de los animales generaba metástasis en los pulmones. Mientras que en la población que recibió tratamiento con THC ese número está por debajo del 20%. Como veis, estamos bloqueando la progresión de la enfermedad a muy distintos niveles. Eso es lo que hemos generado en la investigación en laboratorio”. Sobre los posibles efectos antitumorales del cannabis en humanos, la Dra. Sánchez señaló que existe un solo estudio de alta calidad (randomizado, doble ciego, con grupo placebo y grupo de control) al respecto. Dicho estudio, realizado en hospitales del Reino unido y Alemania, fue patrocinado por GW Pharmaceuticals, el mismo laboratorio creador del Sativex, fitofármaco en base a cannabis para el tratamiento de esclerosis múltiple. Aunque aún no se hacen públicos sus resultados, la empresa subió una nota de prensa en su página web donde adelantaron algunos resultados de esta investigación. En dicho estudio se reclutaron 21 pacientes, de los cuales 9 fueron asignados al grupo que recibió el placebo, 12 al grupo que recibió Sativex, en conjunción con Temozolomida (medicamento estándar que se les da a los pacientes con angioblastoma). Las gráficas exhibidas por la Dra. Sánchez mostraron que en este último grupo (el que recibió cannabinoides) la supervivencia a un año se incrementó en un 30%. Y a cabo de un año, sólo un 53% de los pacientes del grupo placebo seguían con vida, mientras que en el grupo que recibió tratamiento con cannabis este número aumentó al 83%. Además, la supervivencia media aumentó en un 50%.

3.- ¿Resulta mejor utilizar cannabinoides puros o extractos completos de la planta como tratamiento para el cáncer?

“Para contestar esta pregunta, no desde nuestras preferencias personales sino desde la ciencia, establecimos una colaboración con el laboratorio Zelda Therapeutics”, explicó la doctora. Para realizar los experimentos, el equipo de la Dra. Sánchez utilizó extractos puros de THC producidos por una empresa alemana y extracto de planta completa rico en THC, que además presentan más de un centenar de cannabinoides además de terpenos —moléculas que le dan las propiedades aromáticas a numerosas plantas— , desarrollado por Zelda Therapeutics. Se realizaron dos análisis independientes del preparado de planta completa, uno a cargo de Sonoma Labs de California, EE.UU, y otro a cargo de Fundación Canna, en Valencia España. “Queríamos utilizar exactamente la misma cantidad de THC en ambos compuestos para, de generarse alguna diferencia el resultado, poder atribuir esas diferencias a los compuestos acompañantes (en el extracto de planta completa)”. El experimento se realizó en modelos de cáncer de mamas, patología con tres subtipos en su clasificación oncológica. “Decidimos realizar el experimento con THC puro y con extracto completo de la planta en cultivos celulares de los tres subtipos de cáncer de mamas”, explicó la doctora. “Hicimos los experimentos comparando la actividad antiproliferativa del THC puro, frente al extracto de planta completa rico en THC. Les recuerdo que ambos compuestos poseían exactamente la misma cantidad de THC, por lo tanto las diferencias en los resultados se deben al resto de cannabinoides que acompañan al THC en el extracto de planta completa”, señaló Sánchez. Los resultados generales de dicho experimento, demostraron que para obtener el mismo efecto “en el caso del preparado completo necesitamos menos cantidad para obtener el mismo efecto. Es decir, es más eficaz el extracto completo de la planta que el THC puro”, en los tres subtipos de cáncer de mamas. “Los tres tipos de cáncer de mamas parecen responder a los cannabinoides y en los tres casos los extractos de la planta completa, donde el THC es acompañado por las moléculas de los terpenos y los otros cannabinoides, mostró mucha más eficacia que el THC puro”, resumió la doctora.
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Luego de obtener estos resultados en cultivos celulares, el experimento del equipo científico liderado por la Dra. Sánchez se repitió en modelos animales, dividiéndolos en tres grupos: uno que no recibió ningún tipo de tratamiento, otro que recibió el THC puro y otro que recibió el extracto de la planta completa durante cuatro semanas, midiendo sus volúmenes tumorales durante el proceso. “Lo que observamos, es que el THC puro produjo cierto efecto antitumoral, pero que el efecto producido por el extracto de planta completa rico en THC es mucho mayor. Otro aspecto interesante es que el efecto antitumoral del compuesto completo de la planta es prácticamente idéntico al efecto antitumoral que conseguimos con el Lapatinib, que es un medicamento que se les da a los pacientes con cáncer de mamas”. “Existe información preclínica que sugiere que combinar cannabinoides con los anti tumorales convencionales tiene mejores resultados, que usar la terapia cannábica o la convencional por separado” (Dra. Cristina Sánchez)

4.- ¿Puedo combinar el cannabis con los otros tratamientos contra el cáncer?

Para responder esta habitual pregunta en pacientes oncológicos, la investigadora explicó que existe información pre clínica (realizada en laboratorios) “que sugieren que combinar cannabinoides con los anti tumorales convencionales tiene mejores resultados, que usar la terapia cannábica o la convencional por separado”, señaló antes de explicar numerosos estudios pre clínicos que obtuvieron esos resultados, tanto para la combinación de tratamiento cannábico con estrategias tradicionales contra el cáncer como el uso de antimetabolitos, agentes alquilantes, agentes antimitóticos y radioterapia. Los estudios citados en esta parte de la ponencia fueron: Gustafsson et al. 2009Torres et al. 2011Miyato et. al 2009, Scott et. al 2014, Para finalizar su presentación, la Dra Sánchez hizo un llamado a ser cautos con alguna de la información que circula en internet sobre la temática, señalando que “hay mucha información en internet que no es buena, y que de hecho pueden hacer mucho daño”. “Creo que todos habéis oído hablar de Rick Simpson y su protocolo de utilizar un gramo de THC al día durante tres meses, y que así se te va a curar cualquier tipo de tumor que tengas: pues eso no tiene ningún tipo de sustento científico. Yo sé que esa creencia está muy extendida, pero tenéis que ser capaces de distinguir entre la buena y la mala información y siempre que podáis, ir a las fuentes originales de información y la gente que tiene experiencia contrastada en atención a pacientes”.  

Fuente: Fundación Daya

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